
Es evidente que ha llegado la era de la experiencia. Marqueteros y marcas somos conscientes de lo difícil que es hoy en día captar la atención de los clientes, y de que intentar vender al consumidor un producto o servicio sin experiencia de por medio, es cada vez más complicado. Pasó ya la era de “una imagen vale más que mil palabras” o vender realidades a los clientes con imágenes y explicaciones, aunque pongamos todo nuestro empeño y creatividad en hacerlo, hoy en día “mejor vivirlo, que te lo cuenten”. El consumidor quiere averiguarlo por si mismo, no que se lo contemos. Es lo que conocemos como marketing experiencial y ha llegado para quedarse en nuestras vidas.
El marketing experiencial no es más que el marketing de experiencias o el marketing emocional, y está estrechamente relacionado con el marketing sensorial. Se trata de un tipo de estrategias de marketing que tienen por objetivo provocar sentimientos y emociones en el consumidor para que éste conecte con la marca de un modo mucho más profundo, se identifique con ella y la grabe en su memoria de una forma mucho más duradera.
Y lo que es todavía más importante; lograr que el consumidor comparta estos sentimientos y emociones, el marketing experiencial engancha más y es más atractivo de compartir con otros consumidores, ¿cómo no aprovechar que nuestros consumidores hablen de las experiencias vividas con nuestra marca o producto con su entorno, y emocionen a otros potenciales consumidores? … no podemos desaprovecharlo.
El cómo o con qué tipo de experiencias, tendremos que verlo y decidirlo en función de; la personalidad de nuestra marca, lo que queramos transmitir a nuestro potencial cliente y sobre todo, a cómo sea nuestro target o segmento, o sea, qué busca, le gusta o necesita, qué lo motiva, qué valores tiene, cómo se comporta, cómo es su entorno …. y en definitiva cómo enamorarlo.
Tenemos ejemplos de marketing experiencial buenísimos en los que fijarnos, de marcas como IKEA, COCA COLA, LG, NIKE o muchas otras, pero no siempre contaremos con presupuesto para acciones de este tipo, calma, el marketing experiencial tiene dos buenos aliados, el marketing de guerrilla y la creatividad, sobre todo ésta última, cuanto más creativos seamos menos presupuesto en acciones de marketing necesitaremos. De momento os dejamos algunas pistas/recomendaciones:
- Que la campaña de marketing experiencial suponga un beneficio para el consumidor.
- Que la campaña de marketing experiencial se convierta en un diálogo personal entre marca y consumidor, que sirva para escucharlo, entenderlo y empatizar con él.
- Que la campaña de marketing experiencial implique al máximo al consumidor, lo haga sentir participe de la experiencia
- Que la campaña de marketing experiencial “empoderice” al consumidor y lo “evangelice”
Estudios recientes revelan que empresas y marcas están apostando fuerte por este tipo de estrategias de marketing, no solamente las B2C como es lógico, sino también las B2B, y se prevé, un crecimiento de los presupuestos de marketing en este sentido, con porcentajes que estarían entre el 35 i 50 % del presupuesto de marketing y llegando incluso a priorizar la inversión en marketing experiencial por delante de otras estrategias de marketing en general.
¿Te animas a probar?